miércoles, 27 de mayo de 2009

Lo maravilloso de servir a Dios


Hola hermanos:

Que la paz de nuestro Señor este con ustedes.

Siempre es un gusto saludarlos y más cuando se tienen tantas cosas en común. Quiero comentarles lo que nos ha sucedido en estos días, y bueno comenzare por decirles que gracias a Dios hemos tenido bastante quehacer con nuestro Ministerio, ya que el pasado sábado 23 de mayo nos invitaron a cantar en la celebración del Grupo de Catecúmenos.

Siempre me ha gustado este tipo de celebraciones, porque de ahí, suelen surgir verdaderas vocaciones. Muchas veces son jóvenes que por alguna situación ajena a ellos, no pudieron sus padres, darles los sacramentos en edades mas cortas, sin embargo cuando veo los rostros de estas personas jóvenes y algunos no tantos, le ruego a Dios, que infunda en ellos todo el amor para que no se aparten de este camino que por elección han buscado.

Los cantos que se eligieron para esta ocasión, fueron de un contenido tan bello, que cuando los interpreto y oigo a los integrantes del Ministerio, en verdad se me eriza la piel. Claro que no dejo de lado el poner atención en la interpretación, y corrijo algunos detalles que no parecen correctos. Pero todo, salió muy bien.

El domingo 24 por la mañana, cantamos en la misa que ordinariamente servimos, en el horario de 8:30 de la mañana. ¿Saben lo que es levantarse un domingo a las 6:30 para ir a alabar a Dios?, pues para mi es lo mas importante, ya que es necesario agradecer a Dios todo lo que nos dio en la semana que termina y estar con Él en la semana que inicia. Este día, tuvo algo muy especial, verán: Una de los integrantes del Ministerio, se desempeña como educadora de niños, en un colegio de las Hermanas Salesianas, las cuales están bajo la Advocación de María Auxiliadora. Bueno, pues entre semana, recibí una llamada de una de las Hermanas de este Colegio, en el cual nos invitaba a estar en esta celebración, que para ellas es muy importante.

Sin pensarlo, le dije que si, que no había ningún inconveniente. Sólo cuando me dijo que era el Domingo 24, caí en la cuenta que no había preguntado la hora en que se llevaría a cabo la celebración de la Sagrada Eucaristía.

La Hermana, no paraba de hablar, y no me daba oportunidad de preguntarle la hora de la celebración. La deje que me dijera todo lo que tenia que decir. Para mi era muy importante la hora, puesto que la celebración en nuestra parroquia termina, por lo general, a las 9:30 o un poquito mas, entonces necesitaba saber horario. Cuando ya termino de hablar, le pregunte por el horario. En verdad, yo pensé que seria por la tarde, pero cuando me dijo que a las 12:00 del medio día, me quede mudo.

Pensé; como vamos a hacer para llegar. Pues algunos no tendrán tiempo de almorzar o tomar algún alimento. Pero como Dios es muy grande y para Él, nada es imposible, nuestro Párroco Alejandro Pérez, dio por terminada la celebración exactamente a las 9:30. Inmediatamente, que se termino de cantar el canto de Salida, comenzamos a desconectar todo el equipo de audio, entre todos lo acercamos a mi coche, lo subimos, nos retiramos rápido todos, para llegar a tomar algún alimento, y de paso, cambiarnos de ropa.

Mi esposa (quien también es parte del Ministerio) y yo, fuimos a comprar para el almuerzo de mis hijos. A donde compramos el almuerzo, por lo general se hace una fila para comprar. Le iba rogando a Dios, que no hubiera tanta gente, para que no se nos hiciera tarde. ¡No había FILA!, así que rápido regresamos a la casa, mi mujer se apresuró a preparar el almuerzo para mis hijos y algo para mi y ella. Terminamos en media hora y nos fuimos a esperar a los demás, en el lugar que habíamos señalado.

Ya estaban 4 integrantes esperándonos, así que solo faltaban otros seis, que no tardaron en arribar. Nos fuimos hacia el Colegio, y cuando llegamos, ya había gente instalada. Nos colocamos debajo de unos arboles para que no nos diera el sol, sin embargo mas tarde, no sirvieron de nada. El sol nos pegaba fuerte y pues así es esto de servir al Señor, no siempre habremos de cantar cómodamente.

Una celebración tan hermosa, que yo venia envuelto en mis pensamientos, me lleve esos momentos en mi mente, y es hasta ahora en que los detallo aquí.

Hermanos, servir a Dios es algo tan maravilloso, que no existen palabras con las cuales se pueda describir tan grande gracia.

Su Hermano en Cristo
Jesús Domínguez
MMC Vox Christi

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