martes, 24 de marzo de 2009






Los Clavos y los amigos


Había un niño que tenía un mal carácter.
un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo:
- Hijo mío cada vez que pierdas la calma deberás de ir a la
cerca que está atrás de la casa y deberás clavar un clavo .
el primer día clavó 37, pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho mas fácil controlar el carácter que clavar en la cerca .
finalmente llega el día cuando el niño no perdía la calma para nada, , se lo dijo a su papá y entonces su papá le contestó:
- ahora por cada día que no pierdas la calma, irás a la cerca y sacarás un clavo .
Los días pasaron y el niño pudo decirle a su padre que había sacado todos los clavos de la cerca, entonces el papá lo tomó de la mano y fueron a la cerca y le dijo.
- Mira hijo, has hecho bien, pero ahora fíjate en todos los agujeros que quedaron , y ahora la cerca no volverá a ser la misma de antes.
- Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca y es como meterle un cuchillo a alguien , aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya quedó hecha . No importa cuantas veces pidas disculpas, la herida está ahí. Una herida física es igual de grave que una herida verbal . Los amigos son verdaderas joyas a los que debes valorar . Ellos te sonríen y te animan a mejorar, te escuchan comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte. Demuéstrales pues cuanto los quieres .

Que Dios nos ayude a sanar nuestras heridas y a olvidar las cicatrices, para así seguir construyendo un mundo mejor.

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