jueves, 25 de junio de 2009

Cantos del 13º Domingo Orinario 28 junio 2009

La victoria de Cristos sobre la muerte, ilustrada en la resurrección de la hija de Jairo (Evangelio), se ilumina con las palabras del libro de la sabiduría (1er. Lectura): “Dios no hizo la muerte”, sino que por envidia del diablo entro la muerte en el mundo. De suerte que si hemos sido redimidos del pecado por la muerte de Cristo, somos ya resucitados en la esperanza de Cristo.

San Pablo pide a los cristianos de Corinto (2da. Lectura).que ayuden a sus hermanos de Jerusalén, recordándoles “que ayudar al pobre es imitar a Cristo”.

Marcos 5,21-43: Esta mujer, debido a su enfermedad, era “impura” según los conceptos judíos (Lev 15,19) y contaminaba a cualquiera que tocara. Se le prohibía mezclarse con el gentío. Pero se atrevió a pasar en medio de la gente y quiso tocar por lo menos el fleco del manto de Jesús. Esta osadía, que la hizo despreciar tanto las leyes de “pureza” como el posible escándalo, daba la medida de su fe. Esta mujer no sabía quien era Jesús: solamente pensaba que la sanaría y “tenia fe” en él. Jesús respeto esta fe bien poco instruida, pero invito a la mujer a que lo reconociera. Hoy también hay gente que pide los sacramentos como cosas sagradas, sin buscar a Cristo; Él quiere que, al recibirlos, nos acerquemos y nos entreguemos a Él.

Se destaca a la vez el poder de Cristo: Jesús se dio cuenta del poder que había salido de Él, y el papel de la fe: Tu fe te ha salvado. Jesús dice: Te ha salvado, y: te ha sanado. Pues esta mujer lo había arriesgado todo, y, al final, había visto con que amor Dios la quería.

Aquí Jesús se enfrenta con la muerte de un ser joven llamado a vivir. Jairo era jefe de la sinagoga, o sea, responsable de la comunidad local de religión judía. ¿Por qué molestas ahora al Maestro? También nosotros pedimos a Dios salud, pero no nos atrevemos a pedir que resucite a nuestros muertos, porque consideramos la muerte como la cosa más fuerte e insuperable de la condición humana. Pero Jesús quiere enseñarnos que para Dios lo más fuerte no es la muerte sino la vida.

“Unos gritaban, otros lloraban”. Era costumbre en aquel tiempo llamar a lloronas profesionales y a músicos. Hoy también multiplicamos en los funerales discursos y signos de dolor, porque queremos disimular, a fuerza de palabras y de ceremonias, el desconcierto que la muerte produce en nosotros. Jesús no se deja impresionar por nuestros disfraces.

“La niña no ha muerto, sino que duerme”. Duerme esperando que Cristo la levante, lo mismo que “duermen” en algún sentido los creyentes en espera de la resurrección. Lo verdaderos muertos son aquellos que han ahogado y esterilizado todo lo bueno que Dios ha sembrado en ellos; se han encerrado en su egoísmo y en su orgullo, se han negado a ser hijos de Dios y, por eso, están para siempre muertos.

“Levántate”. Porque Jesús te llama para que vivas. Lo bueno para nosotros no es prolongar una vida desgastada por nuestros pecados y nuestras decepciones, sino descubrir el secreto de una vida nueva gracias a la fe y el perdón de Dios.



Entrada: Jesús, Sacerdote Eterno

Señor, estamos todos,
contentos de visitarte,
y alabarte, Jesús
A ti, nuestro amor ardiente
venimos a entregarte
y adorarte, Señor

Coro:
Jesús, Sacerdote eterno
Jesús, Palabra de Dios
Jesús, Divino alimento
Jesús, Nuestro Salvador


En tus manos, están nuestras vidas
y en ellas, el alma también
guíanos al Padre fiel
Somos, tu pueblo Señor,
ovejas, y tú su pastor
fuente viva del amor.

Coro:

Te quedaste, en la Eucaristía
así, lo quisiste Tú
aquella noche, en Getsemaní.
A tu Iglesia, siempre la escuchas
con amor, la cercas a Ti
y en tus brazos, le dejas dormir.

Coro:





Tu hermano en Cristo
Oscar Esparza Navarro
MMC Vox Christi.

Etiquetas:

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio