Reflexión para este Domingo 11º Ordinario 14 de junio 2006
Las dos parábolas que leeremos en el Evangelio este domingo; la de la semilla que Fermina lentamente y la del grano de mostaza que crece hasta convertirse en arbusto, evocan el estado glorioso del Reino futuro que sucederá al estado actual de la humanidad. Al narrar estas parábolas, Jesús se refería en forma directa al texto del profeta Ezequiel (1era. Lectura). Después de recordar las pruebas sufridas durante su ministerio (2da. Lectura), san Pablo expresa su deseo del cielo y su preocupación por agradar al Señor caminando en la fe.
Ezequiel; da la explicación de esta comparación. La conclusión es que se acaban los reyes descendientes de David. Otro descendiente de David será escogido por Dios mismo para ser el Mesías. Los v. 22-24 cap. 17 se refieren a Cristo y la Iglesia. Salmo 91: Las grandes obras humanas merecen, si, la admiración, pero no deben hacer a uno “embrutecido”, es decir, insensible a las obras de la gracia divina. Estas, aunque sean menos espectaculares, tienen una fecundidad más amplia y un alcance mas profundo. Son los santos quienes ponen en la historia humana la impronta más honda y duradera. 2Corintios 5,6-10: Nos sentimos seguros. El hecho de que uno sea creyente no le quita, necesariamente el miedo natural a la muerte. Pero ese miedo apaga solamente por unos momentos una seguridad que se hace cada vez más fuerte: hemos entrado a la vida. El Espíritu nos comunica la certeza de la presencia de Dios entre nosotros y entendemos que esa cosa contra la cuela ninguna ley de muerte tiene poder. ¿Quién nos apartará de esta comunicación del amor de Dios? (Rom. 8,35-39).
En cada época los hombres se impacientan: ¿Se realizará pronto el Reino de la justicia? ¿Se acabarán pronto la violencia y la corrupción? Jesús contesta: Ahora mismo están obrando las fuerzas invencibles que hacen madurar el mundo y que llevan adelante el Reino.
SEMILLAS: ¡Cuantas semillas se tiran al viento! Una moda nueva, una canción, un nuevo artefacto, un programa radial o de TV. Algunas semillas han crecido, hasta constituir corrientes poderosas que movilizan las masas. Pero sepamos descubrir los comienzos humildes de la obra de Dios: el encuentro de algunas personas de buena voluntad para solucionar un problema comunitario; un gesto fraternal en un ambiente cerrado; un primer esfuerzo para sonreír a la vida después de una decepción. La semilla crece, y el hombre que la recibió la Palabra se siente más seguro en el camino por el que Dios lo conduce.
La Iglesia de Jesús: Con la parábola del grano de mostaza, Jesús nos muestra que el Reino de Dios debe ser una señal, algo muy notable en el mundo. Una corriente espiritual, lo mismo que una aspiración cultural o un movimiento revolucionario, necesita concretarse en una o varias instituciones que le dan un “cuerpo”, o sea, una existencia mas clara, mas visible, mas eficaz. Asimismo Jesús proyecta su Iglesia como portadora (pero no propietaria) del Reino de Dios. Iglesia significa: Asamblea de los convocados.
Es necesario que los creyentes no se encierren en sus capillas, que no dediquen toda su atención a las actividades propias de la Iglesia, sino que reserven buena parte de sus energías para actuar en el mundo junto con todos los demás hombres de buena voluntad, trabajando en todas las tareas de promoción Humana. Que no piensen primero en una cooperativa para todos, una escuela para todos un cine para todos. Para que seamos la levadura que hace fermentar la masa, o sea, que transforma la historia humana, el medio no es traerlos a todos a la Iglesia, sino comunicar en la vida diaria y en las iniciativas comunitarias abiertas a todos el Espíritu que nos anima.
Canto de Entrada
Abran las puertas al Redentor
Coro: Abran las puertas al Redentor
Y que brille su luz
Abran las puertas a nuestro Rey
y que Él reine en nuestras vidas.
Del Señor es la tierra,
y todo lo que le habita
permitámosle
que Él reine en nuestras vidas.
Coro: Abran las puertas al Redentor…
Nuestras puertas abramos al Señor
que su resplandor nos llene,
su nombre es Yahvé
que Él reine en nuestras vidas.
Coro: Abran las puertas al Redentor…
Su reinado de los justos es,
Él nos sostiene con su brazo,
el Señor es el Rey;
que Él reine en nuestras vidas.
Coro: Abran las puertas al Redentor…
OFRENDAS
Hoy venimos a ofrecerte
Hoy venimos a ofrecerte,
este pan y este vino,
son fruto de la tierra,
son trabajo, son entrega
Son nuestro andar, por esta tierra
tan sólo por estar Señor, en tu presencia.
Toma este pan, toma este vino,
y transfórmalos en tu cuerpo divino.
Toma este pan, toma este vino,
y conviértelos en Ti, mi Dios querido.
Toma este pan, toma este vino,
y alimenta hoy, al pueblo redimido.
Toma este pan, toma este vino
y alimenta hoy, al pueblo que compraste
en la cruz.
Con tu sangre Señor
al morir por todos.
COMUNION
Te doy mi persona
Señor, te doy mi persona y todo lo que tengo,
encuentro mi alegría en alabarte, mi vida, pongo en tus manos.
en cada cosa, Señor, Tú gloria puedo ver,
con el corazón me entrego hoy a Ti.
Mi corazón te entrego hoy, para siempre te alabaré,
no, nada puede ser mejor, que saber, que Tú eres el camino.
sin tu amor, Señor, mi vida estaría pérdida, Señor.
Pero Tú reinas en mi corazón.
Señor, por donde tu me guíes quiero seguir,
te doy gracias por tu amor, y el cuidado que tienes por mí.
tu amor me ha hecho llevar tu cruz, me ha liberado,
por siempre Señor, contigo quiero estar.
Señor, te doy mi persona y todo lo que tengo,
encuentro mi alegría en alabarte, mi vida pongo en tus manos.
En cada cosa Señor, Tú gloria puedo ver,
con el corazón te alabo, yo te quiero seguir Señor,
Jesús ven hoy a mi corazón.
COMUNIÓN
Dame Vida
Mi Señor, de mis enemigos, librame,
en ti me refugio, enseñame a cumplir tu voluntad,
porque Tú eres mi Dios, ¡mi Dios!
Tú Espíritu que es bueno me guíe, por una tierra llana.
Mi Señor, de mis enemigos, librame,
en ti me refugio, enseñame a cumplir tu voluntad,
porque Tú eres mi Dios, ¡mi Dios!
Tú Espíritu que es bueno me guíe, por una tierra llana.
Dame vida, dame la vida, dame tu vida, ¡mi Dios!
Dame vida, dame la vida, dame tu vida, ¡mi Dios!
Mi Señor, siente como me falta el aliento,
no escondas tu rostro, si lo alejas de mi, me moriría,
haz que sienta en la mañana tu amor.
Enséñame el camino a seguir, a Ti levanto mi alma.
Mi Señor, siente como me falta el aliento,
no escondas tu rostro, si lo alejas de mi, me moriría,
haz que sienta en la mañana tu amor.
Enséñame el camino a seguir, a Ti levanto mi alma.
Enséñame tu tierra, guíame a tu tierra, ¡llevame a tu tierra, Señor!
Enséñame tu tierra, guíame a tu tierra, ¡llevame a tu tierra, Señor!
SALIDA
El Granito de Mostaza
Coro: Si tuvieras fe, como un granito de mostaza,
esto dice el Señor, ( 2 )
Tú le dirías, a las montañas
muvenase, muevenase, muevanse. ( 2 )
y las montañas se moverán, se moveran,
se moverán. ( 2 )
Coro: Si tuvieras fe, como un granito de mostaza…
Tu le dirias a los enfermos,
muvenase, muevenase, muevanse. ( 2 )
y los enfermos se moverán, se moveran,
se moverán. ( 2 )
Coro: Si tuvieras fe, como un granito de mostaza…
Tu le dirias a tus hermanos,
muvenase, muevenase, muevanse. ( 2 )
y tus hermanos se moverán, se moveran,
se moverán. ( 2 )
Coro: Si tuvieras fe, como un granito de mostaza…
Tu le dirias a los muchahos,
muvenase, muevenase, muevanse. ( 2 )
y los muchachos se moverán, se moveran,
se moverán. ( 2 )
Coro: Si tuvieras fe, como un granito de mostaza…
Tu le dirias a los niños,
muvenase, muevenase, muevanse. ( 2 )
y los niños se moverán, se moveran,
se moverán. ( 2 )
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