miércoles, 4 de agosto de 2010

comentarios y cantos 19º domingo ordinario 8/8/2010

1ª Lectura del libro de la Sabiduría 18, 6-9





Con una misma acción castigabas a los enemigos y nos honrabas, llamándonos a ti. El paso de Dios es evocado en su doble aspecto, de perdición para los enemigos y de salvación para los inocentes. Para estos es el anuncio esperado, por el que Dios llama a su pueblo hacia si. El recuerdo del acontecimiento en la fiesta reactiva la solidaridad de este pueblo en los peligros y los bienes.





2ª Lectura carta a los hebreos 11, 1-2. 8-19



La fe es la manera de tener lo que esperamos. Es el medio para conocer lo que no vemos. Los ejemplos que se escojen en dicha lectura, y las lecciones que se sacan de cada uno, se dirigen en forma especial a los creyentes perseguidos que tuvieron que dejar una vida tranquila para ser fieles a Cristo. La fe nos mueve a actuar en lo presente, pero con miras a lo que todavía no se ve. De quienes se habla son lideres, valientes, personas de carácter. Al buscar la liberación o la promoción de su grupo o las condiciones de vida mas humanas que permitan al hombre vivir con dignidad, están buscando la patria mejor, que nunca se ve realizada en la vida presente.

lo mismo se puede decir de muchos hombres de hoy, que, tal vez, no son creyentes o no participan en la Iglesia, pero están realmente en el camino de la ciudad de Dios cuando se sacrifican para preparar el porvenir del mundo como si vieran lo invisible: ellos son los hebreos del mundo moderno, y Dios no se avergüenza de ser su Dios (v 16).

Estos héroes de la fe trabajan todos con el mismo fin. Cada uno muere sin ver lo que Dios prometió y, muchas veces, con un fracaso aparente; pero sus sucesores, al mirar hacia atrás, comprueban que los hombres de fe construyeron la verdadera historia.





Evangelio Lucas 12, 32-48



Jesús desarrolla la comparación del servidor que espera la vuelta de su patrón. Ese servidor se contrapone al rico preocupado por una vida larga y cómoda. El trabaja para Dios.

Felices los sirvientes que su patrón encuentre velando (v 35). Velando, o sea, preocupados por lo que sera el mundo del mañana. Velando: esto significa también tener la conciencia en la verdad; no aceptamos llamar al bien mal y al mal bien; no nos damos la absolución por consentir el mal y acobardarnos frente a la injusticia.

El Hijo del Hombre vendrá como un ladrón (v. 40). No pensemos solamente en el día de la muerte, ni tengamos miedo al juicio de Dios si vivimos en su gracia. Jesús nos habla del patrón que vuelve de las bodas, tan alegre que da vuelta al orden acostumbrado para servir a sus servidores. Tal vez llevamos años sirviendo a Dios. ¿Como no llegaríamos a esta otra etapa de la vida espiritual en que parece que Dios solamente se preocupa por regalarnos y festejarnos?

Pedro le dijo: (v. 41). Este nuevo párrafo se dirige a los responsables de la Iglesia. (que a mi criterio no son solo los sacerdotes).

Mi patron demora en llegar (v. 45). Los responsables pueden traicionar su mision. Mas a menudo cometen el error de no ver mas que el buen de las instituciones de la Iglesia y olvidan que Cristo viene.

Dios viene en cada momento a través de los acontecimientos que, inesperadamente, echan a perder nuestros planes. Por tanto la Iglesia no debe contar demaciado con la planificación de su actividad: ¿quien sabe lo que Dios nos reserva para mañana? Mas bien debe cuidar la oración y la disponibilidad para que el Señor le conceda estar en la mejor posición cuando el sacuda nuestro pequeño universo.

Estén despiertos para admirar, alegrarse, descubrir la presencia de Dios y sus favores que iluminan nuestras vidas.





CANTOS:


ENTRADA:

Cantad alegres a Dios

Coro:

Cantad alegres a Dios

habitantes de toda la tierra,

servidle con alegría,

servidle con alegría,

venid ante su presencia, con regocijo

Reconoced que Dios, es Dios

Reconoced que Dios, es Dios

Él nos hizo y suyos somos

Él nos hizo y suyos somos

pueblo suyo somos

y ovejas de su prado coro

ofertorio

Hoy presentamos el vino y el pan

coro:

Hoy, presentamos el vino y el pan;

Hoy, en ellos va nuestra vida al altar.

El fruto del trabajo heridas que no sanan

cansancio que no halla reposo

momentos de flaqueza

victoria en tu nombre,

verdad que quiere hacerse vida en mí. Coro

Tu harás del pan tu carne

y el vino será tu sangre

y allí estaremos frente a Ti, Señor. coro

Perdonemos

Fijare mis ojos en el horizonte, en lo limpio de su esplendor,

para ver como cielos y tierra se confunden con el sol.

Mirare el fuego de mi hoguera y veré los troncos quemar,

pensare que el fuego es mi vida, que los años consumirán.

CORO

Tengo que dar fuego a mi vida, que no es vida sin perdonar,

y si callo cuando me ofendan, mi fuego se avivara.

No nos faltaran las caídas en el largo caminar,

seremos más todos de todos cuando sepamos perdonar.

Caerán del cielo aguas de lluvia que mis campos recogerán,

y darán mi vida a mis tierras que verán flores brotar.

Y cuando yo de mi vida haga la vida de los demás,

no será ya mía ni tuya y en todos Dios morara. Coro

salida

Si el Espíritu de Dios

Si el Espíritu de Dios, se mueve en mi,

yo canto como David (2)

yo canto, yo canto, yo canto como David (2)

Yo alabo…

Yo danzo…

Yo oro…

Yo gozo…

yo amo…

Yo sirvo…



Su hermano en Cristo el carpintero





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